Marie Curie
Marie Curie
Hoy 8 de marzo, queremos rendir un homenaje a Marie Curie, una gran mujer, luchadora por sus derechos.
Su lucha fue la investigación y sobre los derechos de las mujeres se expresó de forma contundente:
«Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo, estaría reconociendo que soy inferior a los hombres y no soy inferior a ninguno de ellos»
Fue la primera persona en recibir dos Premios Nobel, el de Física (1903) y el de Química (1910).
Además, también fue la única persona en recibir dos Premios Nobel en dos especialidades diferentes.
Maria Salomea Skłodowska, nació en Varsovia el 7 /11/ 1867 y falleció en Passy (Francia) el 4 /7/1934.
Limitada en su país y forzada a estudiar en la clandestinidad por ser mujer, en 1891 decidió mudarse a París.
Estudió Física y Matemáticas en la Universidad de París, consiguiendo brillantemente ambas licenciaturas.
Fue primera de su promoción en Física (1893) y segunda de promoción en Matemáticas (1894).
En 1894 conoció a su marido y compañero de investigación: el profesor de física Pierre Curie.
Ambos acabarían dilucidando importantes hallazgos en el campo de la radiactividad.
En 1903 defendió su tesis doctoral titulada “Investigaciones sobre las sustancias radioactivas“, trabajo que le valió el grado de doctor con mención cum laude y el Premio Nobel de Física en 1903.
En 1906, ocupó la cátedra de física de la Universidad de París que dejó vacante su marido tras su muerte en 1904.
Se convirtió en la primera mujer en impartir docencia universitaria en los más de 600 años de historia de dicha institución.
El Nobel de Química fue por el descubrimiento del polonio (bautizado así por su país nativo) y el radio.
Desarrolló técnicas para el aislamiento de isotopos radioactivos e investigó el uso de la radiactividad con fines medicinales, en odontología sus descubrimientos se aplican a través del ortopantomografo.
Su legado a determinado un punto de inflexión en la historia de la mujer y la ciencia, siendo un icono.
Marie Curie murió con 66 años de edad, por una enfermedad derivada de la alta radiación recibida durante sus investigaciones.
Consiguió traspasar su inquietud por la investigación a su hija Irène Joliot-Curie, quien recibió el Nobel de Química en 1935.
En 1995 fue sepultada con honores en el Panteón de París por méritos propios.